Abrazar y Agradecer a la Ansiedad

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Los porqués de la ansiedad

En este episodio analizamos la ansiedad desde un punto de vista más amable. ¿Acaso es un impulso para que avancemos en nuestro camino?


Hola amigos, muy buenas de nuevo. En esta ocasión quiero hablaros un poco sobre la ansiedad. En mi caso llevo durante puedo ya decir que unos tres o cuatro años, en un periodo de ansiedad, de ataques de pánico, de muchísimos miedos que han empezado a florecer como casi que de la nada y parece que todo se está un poco empezando a estabilizar, aunque sigo en esa tormenta que arrastra la ansiedad. En mi caso llevo unos meses también de terapia psicológica, algo que me está ayudando, pero también he de decir que estoy teniendo otro trabajo interno, aparte de la terapia, que también me está ayudando a salir adelante. En este podcast lo que me gustaría es achicar un poco ese, ese miedo que se le tiene a la ansiedad, ese ojo crítico que la señala diciendo pues bueno, eres mala, no ansiedad, vete de aquí, vete de mi vida. Me gustaría crear una visión más amable a la ansiedad

No es la primera vez que vais a escuchar probablemente que la ansiedad llega a nuestras vidas por algo. Es evidente que cuando hay ansiedad, cuando la persona experimenta ataques de pánico, el sistema nervioso generalmente está patas arriba. Vale, esto puede estar causado por muchísimas causas, desde una experiencia que nos haya dejado un poco trastocados, unos hábitos que se han estado repitiendo en el tiempo y que va a contra de lo que realmente queremos o de lo que realmente necesitamos. Es evidente que cada persona llega a la ansiedad o que la ansiedad llega a la vida de cada persona por un motivo diferente. Pero me gustaría y de ahí a la creación de este podcast, tener una mano amiga, la ansiedad y mirarla desde otra perspectiva. En mi caso, por ejemplo, creo y cada día estoy más convencida de que la ansiedad llega a la vida de las personas para hacerles o impulsar les más bien a un cambio necesario que debería de haberse producido quizá, probablemente mucho antes. Bueno, ya sabemos que uno de los grandes daños que sufrimos como sociedad hoy en día, al menos la sociedad occidental, es que no estamos preparados para conocernos, para auto mirarnos, para auto criticarnos y auto proveernos de aquello que necesitamos en cada momento.

Vivimos una vorágine de estrés. Estamos impulsados a hacer una serie de cosas que realmente, probablemente, muy probablemente no nos llenen como personas, no satisfagan esa parte esencial de nosotros mismos, esa parte espiritual que tenemos y que, por otro lado, tampoco nos hablan de ella. Qué ocurre? Que la ansiedad llega como una respuesta a ese oye, perdona. Qué ocurre aquí? Qué pasa? Mírate, mira, mírate, mira hacia adentro, conócete un poquito mejor. Y de dónde viene este miedo? De dónde viene esta ansiedad? Bueno, pues evidentemente es porque hay algo dentro de nosotros que tiene que ser sanado. Qué ocurre? Que en el caso de las personas que empezamos a sufrir o más bien a experimentar una ansiedad hasta entonces para nosotros desconocida, pues claro, nos echamos las manos a la cabeza y decimos Dios mío, esto qué es? Por favor, ayuda. Pero curiosamente, creo que somos precisamente estas personas las que sufrimos de ansiedad, la que tenemos la posibilidad de un cambio necesario gracias a esas ganas de salir adelante, de salir de esa sensación tan desagradable que produce la ansiedad y los ataques de pánico.

Primera cosa que creo que es súper importante parar para hacer eso que estamos haciendo y mirar un poco qué es lo que nos pasa. Qué es lo que queremos? A dónde vamos? Por qué hemos llegado? Hasta donde hemos llegado? A qué tememos? Fijaos que la ansiedad está siempre basada en algo futuro. Es decir, cuando una persona en lugar de estar viviendo el presente, está preocupada, está temiendo una situación futura posible o la mayoría de los casos no posible, siquiera o remotamente posible, se produce lo que conocemos como ansiedad. La depresión sería un poco lo contrario. Sería se produciría cuando una persona está viviendo continuamente en el pasado, no recordando algo, una tragedia, recordando algo o a alguien del pasado. Y ese recuerdo constante hace que aparezca o favorece que aparezca procesos de depresión. Bueno, pues a qué tememos? Qué cosa es esa que tanto miedo nos da? Creo que lo primero que tenemos que identificar no? Y para eso es importante pararnos, pararnos, auto realizarnos, conocernos, mirar dentro de nosotros.

Y enfrentarnos así a nuestras sombras, que no son más que esos traumas, esas cosas que hemos vivido, que no hemos sabido superar muchísimas ocasiones. Evidentemente están producidas en la infancia y por qué no? También pueden venir arrastradas de otras experiencias, de otras vidas, de ese karma que le llamamos no que muchos conocen o le llaman karma. Y no es ninguna tontería. Es decir, el ser humano y la vida en sí misma es algo tan extremadamente complejo que todavía no alcanzamos a entender en profundidad. Y no es casualidad, nada es casualidad. Es evidente que si llega la ansiedad, llega para avisarnos. Y si llega la ansiedad tenemos dos opciones perdernos en ella o abrazarla. Y es más que evidente que la segunda opción es la que nos interesa abrazar. La ansiedad significa comprenderla, entenderla, ir más allá y evidentemente, en última instancia, superarla. Os cuento qué es lo que he hecho yo, que es lo que a mí me ha servido para empezar. Y creo que importante es eliminar de nuestras vidas todas aquellas cosas tóxicas que existen.

El telediario, por ejemplo, la televisión, esas noticias, ese noticiero ese, esa telebasura también. Todo eso, eso no nos beneficia, eso hay que eliminarlo. Vale, una persona con ansiedad primordialmente tiene que eliminar la televisión de su vida. También sustancias como por ejemplo el alcohol, la cafeína. En mi caso, por ejemplo, ha sido vital. Es decir, yo cuando empecé con todo esto era muy sensible a determinadas sustancias que antes o yo no percibía que me hacían daño o simplemente no me hacían daño, que yo creo que es que más bien fue un poco esto. Todo explotó y de repente, pues bueno, empecé a sentir que había sustancias que me ponía muy nerviosa, sustancias que me venían mal. El azúcar, por ejemplo, es otra de las sustancias que hay que eliminar de la vida, de la dieta de toda persona, pero sobre todo de las personas que empezamos a experimentar procesos de ataques, de pánico, de ataques de ansiedad, cuidar nuestra alimentación, beber mucha agua. A ver, son cosas que parecen absurdas, pero que tienen realmente unas consecuencias cuando las introducimos en nuestro sistema y todas esas sustancias tienen una repercusión totalmente directa en nuestro sistema nervioso al mismo tiempo, pues nos vamos a poder beneficiar de sustancias que van a relajar nuestro sistema nervioso e infusiones por ejemplo tila, melisa, espino, blanco, passiflora, las plantas, los principios activos que tienen las plantas.

Yo creo que ya hoy en día nadie duda de ellos. Y no se trata de otome, de carnos, de no se trata de estar criticando la medicina convencional. Ya eso daría para otro podcast, pero evidentemente podemos y debemos acudir a esa magia que nos ofrece la naturaleza y tenemos una serie de plantas que son muy útiles para calmarlos en procesos de ansiedad. A mi personalmente me han ayudado y bueno, pues simplemente podemos en esa etapa en la que estamos peor, acudir a determinadas infusiones, a determinados principios activos que tienen determinadas plantas o cuando notemos que estamos un poquito peor o estamos incluso en mitad de un ataque de ansiedad. Pues nada, en vez de estar ahí paralizados, movernos un poquito, pues me voy a preparar una infusión, me estoy notando un poquito más nervioso. Ser siempre o intentar ser siempre los que controlemos la situación, porque la ansiedad, si no tiende a controlarnos a nosotros, entonces es importante que nosotros sepamos identificarla, que eso va a suceder con el tiempo, por ejemplo, pues un poco que o como que he tardado en saber identificarla y siempre me pensaba que me iba a morir y siempre me pasaba que me estaba pasando algo tremendo.

Hasta que ya poco a poco digo oye, es verdad, se está repitiendo un patrón, nunca me muero, nunca me está pasando nada. Algún día supongo que que bueno que me llegara el momento, pero parece ser que este proceso que se está repitiendo, si no quo no, no me pasa nada real. Está todo en mi mente que activa una serie de síntomas reales en mi cuerpo, pero oye, voy a controlar la situación. Otro de los aspectos clave que en mi caso me ha servido de gran ayuda y me sigue sirviendo de gran ayuda es acudir a libros, a leer, leer autores que hablen de la ansiedad directamente del miedo. Os recomiendo muchísimo el poder de la hora. Yo creo que el poder del ahora podría ser la medicina para muchos de nuestros males. Yo en mi caso, lo he tenido que releer varias veces y todavía vuelvo a ese libro cada vez que lo leo con una perspectiva diferente. Pero en definitiva nos ayuda a vivir el presente, a entender que todo miedo al final está basado en un miedo profundo al miedo a la muerte, que a su vez está producida por una auténtica desconexión con ese ser más profundo que todos somos.

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